Las Fiestas Patronales de Menorca
son de tradición centenaria y tienen su origen en las Fiestas de Sant Juan
celebradas en Ciutadella desde el siglo XIV, cuyo protocolo es distinto a los
del resto de fiestas de la isla de Menorca. La conmemoración de Sant Joan marca
el inicio de un calendario que se sucede a lo largo de todo el verano en los
diferentes municipios y que finalizan el 9 de Septiembre con la festividad de
la Mare de Déu de Gracia en Maó.
El punto en común de todas las
fiestas de Menorca es el caballo, que además es el centro y principal
protagonista. Estos hermosos animales, se crían en Menorca como una raza
propia, la menorquina. Los caballos salen engalanados a las calles adornados
con lazos, claveles de colores y bordados, y allí reviven cada año un ritual
que según los historiadores se remonta a tiempos de la edad media, son jaleados por la gente de la isla y por la gran
multitud de turistas que acuden cada año a disfrutar del espectáculo, para que
realicen saltos y procuren mantenerse el mayor tiempo posible sobre sus patas
traseras. Sus jinetes, conocidos como caixers, son en el caso de las fiestas de
Sant Joan de Ciutadella obligatoriamente payeses, excepto el Caixer Senyor
(representante de la antigua nobleza), el Caixer Casat (elegido por el Caixer
Senyor entre los artesanos o trabajadores de oficios tradicionales del pueblo),
y la Capellana, que representa al clero. En los demás pueblos, el Caixer Senyor
es sustituido por el Caixer Batle (el alcalde del pueblo o a veces un
concejal), y se permite participar en la fiesta a todos los ciudadanos que
dispongan de caballo.
Los jinetes Caixers vestidos de blanco y negro, van sobre sus caballos
hasta la ermita donde se celebra la misa de Caixers y una vez finalizada esta y
ya entrada la noche y tras cabalgar por el casco antiguo de las poblaciones,
dan paso a la celebración del tradicional jaleo normalmente en la plaza del
pueblo.
En el jaleo los Caixers se abren
paso entre la multitud mientras entran en la plaza principal, demostrando sus
habilidades y haciendo saltar a los caballos al ritmo de las tradicionales
canciones de estos festejos. Especialmente una jota interpretada por una banda
de música local. El alboroto de la gente que rodea la plaza, hace saltar a los
caballos como símbolo de poderío y nobleza.
El segundo día de fiesta y una
vez finalizado el jaleo celebrado por la mañana, se procede a la entrega de
cañas por parte de las autoridades, en el que los caixers entran nuevamente en
la plaza haciendo saltar a los caballos y de esta forma poniendo fin al jaleo.
Una vez finalizado el jaleo y Ses
Canyes, la banda de música empieza a tocar canciones típicas de Menorca y la
tradicional y tan esperada Samba.
Otro aspecto que diferencia las
fiestas de Sant Joan son los juegos medievales a caballo (l’ensortilla, correr
abraçats, y ses carotes) que se realizan el día 24 de Junio.
Aunque pueda parecer que estas
fiestas, en las que los caballos se mezclan con la muchedumbre mientras
realizan sus cabriolas, entrañan algún peligro, lo cierto es que no es así. El
caballo está perfectamente entrenado para evitar hacer daño a los presentes, y
si se conserva una distancia prudencial la fiesta puede vivirse, como un
menorquín más, sin ningún peligro. Los accidentes que se producen son
producidos en su mayoría por el excesivo consumo de alcohol.
Calendario de las fiestas Patronales de Menorca
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